¿Alguna vez subiste a una montaña rusa y sentiste la excitación del momento antes de la primera caída? ¿O alguna vez lloraste de la risa? Te hizo sentir bien, ¿verdad? No fue magia; fueron las sustancias químicas del bienestar en tu cuerpo que enviaban señales en tu cerebro.
Kate Krugman, estudiante de grado 12, sintió un momento de alegría plena cuando saltó desde un empinado peñasco a un lago con sus amigos. “Al principio estaba nerviosa, pero el salto fue emocionante —dice—. No podía parar de reírme, y enseguida quise saltar otra vez”.
¿Qué sucede dentro de tu cuerpo cuando sientes una explosión repentina de júbilo, excitación o calma zen? Si pudieras hacer zoom y acercarte mucho, mucho, verías pequeños mensajeros químicos llamados neurotransmisores que transportan mensajes entre las células del cerebro.
“Los neurotransmisores son la manera en la que las células del cerebro se comunican entre sí”, dice Abigail Baird, una neuropsicóloga que estudia cómo cambian los cerebros y comportamientos de los adolescentes a medida que se desarrollan. Al trasladarse de una célula a otra, los neurotransmisores controlan cosas como el movimiento muscular de una persona, su frecuencia cardíaca, su respiración y su estado de ánimo.
Hay más de 100 tipos de neurotransmisores, y cada uno te afecta de manera diferente. Los principales responsables de hacerte sentir bien son cuatro neurotransmisores. Las endorfinas actúan como analgésicos naturales y además te levantan el ánimo. A la dopamina se la suele llamar el químico de la recompensa, porque se libera cuando anticipas que vas a experimentar algo agradable. La serotonina te hace sentir equilibrado, tranquilo y satisfecho. Y la oxitocina (a veces llamada la hormona de los vínculos) te ayuda a sentirte seguro, confiado y conectado a otras personas.
Ingerir alcohol, drogas, y hasta alimentos azucarados puede inundar tu cerebro con altos niveles de estos neurotransmisores del bienestar. Esa es una de las razones por las que esas sustancias pueden ser adictivas. El cerebro ansía más y más.
Pero no necesitas esas sustancias para sentirte bien. Hay actividades comunes y corrientes que pueden estimular tu cerebro y tu cuerpo para que produzcan estos neurotransmisores que levantan el ánimo. Participar en estas actividades no solo te hace sentir bien hoy, sino que puede ser beneficioso para tu salud física y mental a largo plazo.
Entonces, ¿cómo puedes darle a tu cerebro un sano impulso anímico en tu vida diaria? A continuación te damos algunas ideas respaldadas por la ciencia para activar esos mensajes de bienestar.