¿Habría que prohibir los desafíos en las redes sociales?

Creo que los desafíos virales deben ser prohibidos, porque incluso aquellos que parecen inofensivos pueden tornarse peligrosos. Los adolescentes aún estamos desarrollando la capacidad de evaluar riesgos, y las redes sociales muchas veces hacen que el comportamiento más descuidado parezca gracioso. La ansiedad de no ser parte empuja a los adolescentes a participar de estas tendencias. En mi pueblo fue muy popular el One Chip Challenge. En este desafío, la gente tenía que comerse un totopo extremadamente picante, sin poder comer ni tomar nada después. Algunos amigos que lo hicieron se enfermaron y los tuvieron que atender. Los desafíos lastiman e incluso matan a algunos adolescentes. Prohibirlos enviaría un mensaje claro: ninguna cantidad de “likes” vale más que poner en riesgo la vida.

— Gavin Villepigue, estudiante de doceavo grado de Connecticut

Prohibir los desafíos en las redes sociales sería una reacción excesiva. Si bien algunos desafíos son peligrosos, otros tienen un verdadero valor. El Ice Bucket Challenge reunió más de 220 millones de dólares para investigaciones médicas sobre la esclerosis lateral amiotrófica (ALS) desde 2014. Yo participé de ese desafío, en el que debías publicar un video arrojándote un balde de agua helada en la cabeza. Era una manera divertida de conectar con un tema social general. Si se prohibieran los desafíos, se perderían de vista causas importantes como la ALS. Además, llevar a cabo la prohibición sería casi imposible. Los desafíos de redes sociales pueden combinar creatividad y acción, y darle a la gente joven un sentido de agencia para mejorar el mundo.

—Miranda Yesser, estudiante de décimo grado de Oregon