Cuando Thyra Foronda estaba en la escuela media, se pasaba horas plegando notas adhesivas y envoltorios de chicles en forma de corazón. Metía los corazones entre los casilleros y los dejaba en los pasillos de su escuela en Troy, Michigan. Mientras tanto, a más de mil kilómetros de distancia, en Houston, Texas, Vivian Liu doblaba papel con su abuela para jugar a las adivinanzas. Llevaba sus creaciones de papel a la escuela y se las repartía a sus amigos.
En 2024, las niñas, ambas de 16 años, se contactaron en Instagram gracias a su amor por el origami, el arte de plegar papeles para crear formas. Mientras compartían cómo el origami había traído alegría y tranquilidad a sus vidas, decidieron utilizar su pasatiempo para ayudar a los demás. Hoy son las cofundadoras de Origami for Good, una organización sin fines de lucro que reúne a adolescentes para hacer origami para centros de personas mayores, hospitales, hogares de veteranos y más. Origami for Good cuenta ahora con más de 200 delegaciones en 43 estados y 50 países. Así es como Thyra y Vivian convirtieron su pasión en un proyecto global.