Estás caminando por el centro comercial y ves una camiseta de tu grupo preferido. Miras el precio y no puedes creer lo barato que es —no cuesta más que una porción de pizza y una soda. Tienes que comprarlo de inmediato, ¿no? Quizás no. Esa camiseta puede ser un ejemplo de “moda rápida”. El término se refiere a la ropa de moda que se hace de manera barata y se vende a un precio bajo. Pero el verdadero costo de las prendas puede ser mucho mayor, tanto para ti como para el planeta. Aquí está la verdad de la moda rápida.
Según grupos ambientalistas como Greenpeace, la moda rápida es un factor importante en el cambio climático. El proceso de producción de la ropa larga dióxido de carbono en el aire, lo que contribuye al calentamiento global. Y muchas de las prendas de moda rápida están hechas con materiales como el poliéster, que necesita hasta 200 años para descomponerse. Eso significa que una camisa que compras hoy y tiras a la basura el mes que viene, puede terminar en un vertedero durante dos siglos. Los gases creados por los vertederos (enormes basurales cubiertos de tierra) también contribuyen al cambio climático.