Una pasión que crece

A Te’Lario, de 16, le encanta compartir el placer de la jardinería

Los pepinos son apenas uno de los cultivos de Te’Lario.

Las setas pueden crecer en lugares poco iluminados.

Te’Lario Watkins II tenía 7 años cuando cosechó sus primeros cultivos. Para un proyecto con los Cub Scouts, plantó semillas de albahaca en vasos de univel, que dejó en el marco de su ventana. Al poco tiempo, estaban repletos de hojas verdes. La mamá de Te’Lario usó la albahaca para hacer pizza.

El habitante de Columbus, Ohio, estaba feliz. “Me emocionaba comer algo que yo había cultivado”, dice. “De inmediato quise tratar de cultivar otras comidas”. Para su siguiente cosecha, optó por las setas. Salieron mejor que la albahaca, y al poco tiempo tenía más de lo que su familia podía comer.

Desde entonces, Te’Lario vende setas en mercados agrícolas. Pero no sólo es un granjero exitoso. Además es un activista, y trabaja para que todos en su comunidad tengan acceso a alimentos frescos. Quiere que la gente entienda la importancia de comer todo tipo de comidas saludables y deliciosas (¡y no sólo las setas!). Sigue leyendo para aprender cómo Te’Lario planea hacer que la comida fresca sea más accesible.

También cultiva tomates y hojas verdes

Hongos fantásticos

A Te’Lario le gustan todas las comidas, pero las setas (los hongos comestibles) lo apasionan.  “Las setas me interesan desde pequeño, cuando me gustó descubrir algo que podías comer y que no era una planta ni un animal sino una categoría por completo diferente”, dice.

Además, las setas crecen rápido y son fáciles de cultivar en interiores. También contienen muchos nutrientes importantes. Al cocinarlas, adquieren una textura carnosa, lo que las vuelve un interesante sustituto del pollo o la carne vacuna para las personas que siguen una dieta vegetariana.

Hay muchos tipos de setas. Los hongo shiitake son los favoritos de Te’Lario. También son populares entre los clientes del mercado agrícola. “Las puedes cocinar con cualquier cosa y son muy sabrosas”, dice. Le encanta freír shiitakes y comerlos con un pan tostado, como un bocadillo rápido y gratificante.

Te’Lario comparte sus kits de cultivo de hongos

Compartir la pasión

Trabajar en el mercado agrícola vendiendo sus setas ayudó a Te’Lario a darse cuenta de que no todos pueden pagar por los alimentos frescos. Eso no le pareció justo. Con ayuda de sus padres, solicitó una beca de $500 en Katie’s Krops. Se trata de una organización sin fines de lucro que ayuda a las personas a sembrar sus propias huertas. Te’Lario y su familia usaron el dinero para crear una huerta en su casa. Sembraron pepinos y zanahorias y los donaron a bancos de alimentos locales.

A Te’Lario le encantó compartir los productos de su propia huerta con su comunidad, pero quería hacer más. En marzo de 2020, lanzó su propia organización, el Garden Club Project, que apoya huertas comunitarias en Ohio. El Garden Club Project trabaja con escuelas y bibliotecas para enseñar a los niños a sembrar sus propias plantas comestibles. Por supuesto, los niños cultivan setas, y también albahaca, la planta que llevó a Te’Lario a la jardinería cuando era niño.

Uno de los objetivos de Te’Lario es enseñar a 1000 estudiantes a cultivar setas. Hace poco, el Garden Club Project distribuyó kits de cultivo de hongos y libros temáticos para colorear entre 150 estudiantes de escuela primaria en Columbus. Te’Lario visita clases para enseñar a usar los kits. Dice que los estudiantes están tan entusiasmados por el rápido progreso de sus hongos que han comenzado a pedir que agreguen setas en los menús escolares.

Un cultivo delicioso

Te’Lario cree que cultivar tu propia comida puede mejorar tu vida. “La comida que tú mismo cultivas es más saludable que la comida empaquetada de la tienda”, dice. La razón es que los alimentos empaquetados suelen contener químicos e ingredientes artificiales para que se mantengan frescos en las góndolas. Cuando siembras tu propia comida, sabes que es fresca y no tiene ingredientes artificiales. Y, como dice Te’Lario, probablemente también sea más sabrosa.

Además de los beneficios para la salud, cultivar tus propios alimentos tiene otras ventajas, aunque sólo sean hierbas en una maceta en el marco de tu ventana.

“Cuando plantas unas semillas, luego las riegas y cuidas la planta puedes aprender muchas cosas”, dice Te’Lario. “Es una práctica que te enseña a ser paciente, y cuando ves el primer brote es realmente emocionante”.

Cultivando el futuro

Uno de los objetivos a largo plazo de Te’Lario es mejorar el acceso al alimento en todo el país. “No está bien que algunas personas no puedan acceder a alimentos frescos”, dice. La gente que vive en desiertos alimentarios pueden tener muchas opciones de alimentos poco saludables, pero pocos lugares donde encontrar frutas y verduras frescas a precios asequibles. 

Te’Lario sabe que resolver el problema de los desiertos alimentarios no va a ocurrir de la noche a la mañana, así que planea estudiar ese tema en la universidad. Quiere asistir a la Ohio State University, donde le gustaría especializarse en ingeniería agrónoma e informática. Cree que la tecnología va a tener un papel clave para asegurarnos un acceso igualitario al alimento fresco.

El mensaje de Te’Lario para otros adolescentes es que piensen a qué quieren dedicar su tiempo. Y luego, cuando tomen esa decisión, mantenerla. “Nada crece de inmediato”, dice. “Hay que ser paciente y no rendirse”.