Organiza tu vida

Organizar tus materiales escolares, tus horarios y tu espacio personal es más fácil de lo que crees. ¿Y la recompensa? Enorme.

1. Pega tu horario por todas partes

Para saber dónde tienes que estar en todo momento: imprime varias copias de tu horario de clases. Luego, coloca una copia en tantos lugares como sea posible. Por ejemplo:

  • En la funda protectora delantera de todas tus carpetas de clase.
  • En el interior de tu casillero (¡los imanes funcionan muy bien!).
  • Colgado de la cremallera del bolsillo de tu mochila (plastifícalo antes).
  • Cerca de tu escritorio o espacio de estudio en casa.
  • Como fondo de la pantalla de tu teléfono.

2. Todo tiene su lugar

¿Conoces esa sensación de no encontrar la calculadora para una prueba de matemáticas? ¿O cuando tus botines de fútbol juegan al escondite y ya vas tarde al partido? Aquí tienes una solución rápida: Asigna un sitio a tus cosas para cuando no las uses. 

Puedes guardar la calculadora en el estuche de matemáticas junto con la regla, el compás y otros materiales de geometría. O guarda tus botines de fútbol en un cesto con todo tu equipo de fútbol. Ahora siempre los encontrarás cuando los necesites. 

NOTA IMPORTANTE: Este sistema solo funciona si devuelves las cosas a su sitio cuando terminas de usarlas. Cuando termines el examen de matemáticas, vuelve a meter la calculadora en su estuche.

3. Llénate de color

"Al cerebro le encanta organizar por colores", dijo Anna Levy-Warren, fundadora de una empresa que enseña habilidades de organización a los adolescentes. Piensa en un color para cada materia (por ejemplo: verde para ciencias). Usa el mismo código de colores para tus cuadernos y carpetas (los apuntes de biología en un cuaderno verde, las asignaciones de biología en una carpeta verde). Así, cuando estés ante tu casillero, basta con buscar el color verde para agarrar rápidamente los materiales de esa clase. 

4. Confía en las etiquetas

Hasta la mente más organizada puede olvidar dónde van las cosas: por eso las etiquetas son geniales. Son como un mapa personalizado de tus materiales escolares, que te muestran exactamente dónde va cada cosa. 

Usa una etiquetadora o una tira de cinta de enmascarar y un marcador para poner etiquetas a, bueno, ¡todo!

  • ORGANIZADOR DE CASILLERO: Etiqueta los distintos estantes de tu casillero ("libros de texto", "cuadernos + carpetas", "cosas personales") para dejar rápidamente tus materiales entre clase y clase. 
  • AYUDANTE DE TAREAS: Etiqueta una sección de tu carpeta de asignaciones como "tareas completadas" y la otra como "tareas para hoy" para saber en qué tienes que trabajar. 
  • REORGANIZAR LA CÓMODA: Etiqueta los cajones de tu cómoda ("medias", "camisetas", "pantalones") para que guardar la ropa sea menos pesado.

5. Usa el sistema "guardar, almacenar, tirar".  

Para evitar que se amontonen los papeles en tu mochila o en tu escritorio: organiza tus tareas según lo que necesitas ahora, lo que necesitarás más adelante y de lo que puedas tirar. 

  • GUARDAR: Son las tareas escolares que necesitas para tus clases actuales. Ponlas en tu mochila para tenerlas listas para clase. 
  • ALMACENAR: Es lo que necesitarás más adelante para tus tareas escolares (para estudiar para el examen final, quizás). Guarda estos papeles y cuadernos en una caja al lado de tu escritorio para que no se pierdan o se tiren accidentalmente. 
  • TIRAR: Tira, o recicla, cualquier tarea escolar que ya no necesites, como las asignaciones de clases que no volverás a tomar.

6. Divide tu planificador 

La próxima vez que recibas una asignación, como un ensayo, divídela en partes de acuerdo con lo que tengas que hacer y del tiempo que te vaya a tomar.

Lunes: 5-6 p.m.
Esbozar el ensayo. 

Martes: Tiempo de estudio 
Escribir la introducción.

Miércoles: 4-5:30 p.m.
Terminar el ensayo. 

Juevas: 5-5:15 p.m.
Revisar la ortografía y hacer los últimos retoques.

Viernes: 9:00 a.m.
¡Entregar el ensayo de inglés! 

7. Prepárate la noche anterior 

Prepararse para el día escolar la noche anterior en lugar de hacerlo con prisa por la mañana, hace que la vida sea mucho menos estresante. Todas las noches, prepara lo que necesitarás al día siguiente. Así podrás levantarte de la cama y comenzar el día en piloto automático. 

  • Prepara la ropa que te vas a poner. 
  • Prepara el desayuno junto con el almuerzo o la merienda, si lo traes de casa. (Guárdalos en la nevera si necesitas que se mantengan fríos). 
  • Deja la mochila y cualquier equipo deportivo, o instrumentos musicales, junto a la puerta de entrada.