Dallas Police Department
Imagen de una cámara de seguridad que muestra a Natalee con su traficante.
Hace tres años, Natalee Cramer fue a ver un partido de los Dallas Mavericks con su papá. Justo antes del entretiempo, Natalee, que tenía quince años en ese momento, fue al baño. Mientras caminaba por el estadio conoció a un muchacho que parecía ser apenas un poco mayor que ella. Él le pidió que lo acompañara al carro. “Yo creía que había conocido a un chico apuesto que solo quería charlar un rato”, dice.
En el estacionamiento la pareja se encontró con otro tipo. “Me sorprendió —recuerda—. Me sentí en desventaja y muy pequeña”. Los hombres le dieron un poco de marihuana a Natalee. Y luego ocurrió lo impensado: la metieron en el asiento trasero del auto.
Natalee no tenía su teléfono, así que no podía llamar para pedir ayuda. La marihuana, que cree que estaba contaminada con otras drogas, la estaba haciendo sentir somnolienta y confundida. No tenía manera de defenderse. “Tenía mucho miedo —dice—. Solo sabía que debía ser fuerte y hacer lo que hiciera falta para sobrevivir”.
A Natalie por fin la encontraron diez días más tarde en Oklahoma City, a unas 200 millas de Dallas. La rescataron luego de que un investigador encontrara fotos de ella en un sitio de tráfico de sexo. El sitio decía que tenía 21 años.